domingo, 29 de mayo de 2011

Libélulas

Esta primavera está siendo pródiga para nosotros en fotografía de libélulas. Empezamos por varias visita. efectuadas a un tramo de arroyo Canallave en Liencres. De ahí son algunas de las más espectaculares:


 Al espléndido tramo de un arroyo de Liencres, se suma la visita que hicimos a las dehesas salmantinas. Cerca de Barco de Ávila sorprendimos a ésta defendiéndose del fuerte viento


En las marismas de Santoña encontramos a algunas en pleno período nupcial.


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viernes, 13 de mayo de 2011

El tubo lávico del volcán Corona. 2. La Cueva de los Verdes

Lo primero que te dicen al entrar en la Cueva de los Verdes, el otro tramo visitable del tubo lávico del Volcán Corona, es que el nombre no corresponde a color alguno, si no que era el nombre de los antiguos propietarios.

En esta primera imagen, el volcán parece al fondo, destacando sobre el malpaís cubierto de tabaibas.


El acceso se hace por un Jameo, el cual presenta dos bocas. Se entra por una  y se sale por la otra. Históricamente fue utilizada por los habitantes de la zona para refugiarse de los ataques de piratas y cazadores de esclavos



La cueva sorprende por su espectacularidad, muy bien iluminada, da todo el tiempo la sensación de estar realizando una visita de interés geológico.


Bastante bien explicada, el único problema es, una vez, más el exceso de gente en cada grupo y alguna concesión "tontona" al estímulo del entusiasmo de los turistas.



Un tubo lávico no tiene formaciones geológicas destacadas, salvo los propios materiales, y los "estafilitos", formados por el goteo de la lava semifundida.
 
 
El broche final lo produce esta formación de la que no vamos a dar más detalles para no chafar las explicaciones del guía en futuras visitas. 
 

Así tras un recorrido de cerca de una hora, se sale por la boca contraria a la que se entró:
 

martes, 10 de mayo de 2011

El tubo lávico del volcán Corona. 1. Los Jameos de Agua

Conocido por sus dos zonas abiertas al público: los "Jameos del agua" y la "Cueva de los Verdes", es un túnel lávico de 8,4 km de longitud que se introduce en el mar, donde recibe el pomposo nombre de "Túnel de la Atlántida". Esto le convierte en uno de los tubos lávicos más largos del Planeta y por consiguiente en un lugar de enorme interés geológico que, una vez más, sólo se puede visitar en "plan turista".

Los tubos volcánicos o lávicos, se forman cuando la lava fundida todavía circula por dentro de una colada que se está enfriando y cuya superficie ya está solidificada. Al terminar la erupción, esta lava líquida termina de fluir quedando los tubos como galerías huecas.

El nombre "Jameo" se utiliza en Canarias para designar a los hoyos de la superficie que quedan en los lugares donde se ha derribado el techo del túnel. Por algunos de ellos se puede acceder al interior.


 Luego los Jameos del Agua, el acceso a la Cueva de los verdes y otros cuatro derrumbes que normalmente no se vistan, son Jameos.


Ni que decir tiene el enorme interés que para los amantes de los lugares de interés ambiental, los"ambiental-hitos", tiene este lugar, máxime si consideramos que el tubo discurre por debajo de un "malpaís" de lavas de tipo Aa, cubierto de una amplia vegetación de Tabaibas y otras especies características, de enorme belleza e interés.

Jameos del Agua 



El sector del tubo denominado los "Jameos del agua", corresponde a su parte más baja y próxima al mar, antes de introducirse en él. Preparado para visitas, fue intervenido por el artista local Cesar Manrique, una referencia continua en Lanzarote. 


Como resultado de la intervención, hay un auditorio, un restaurante y una exposición, la "Casa de los Volcanes" y, lo que menos nos gusta, amplios sectores de las dos bocas del tubo han sido construidas y pintadas de blanco.


Su enorme interés, aparte de su belleza natural, radica en la presencia en él de organismos marinos procedentes de fauna abisal, entre los que destacan los "jameítos" sus famosos cangrejos albinos y ciegos.


Aunque la gente suele creer que los jameítos han evolucionado hacia la ceguera en el interior de la cueva, parece ser que en realidad, son fauna abisal, ciega en origen, que han colonizado la cueva. 

En esta foto de detalle, aparece una larva de color verde de otro habitante de la cueva cuyo nombre desconocemos.

viernes, 6 de mayo de 2011

El Golfo y la laguna verde o de los Clicos


El volcán del Golfo es más antiguo que la erupción de Timanfaya que lo rodea. La erosión marina ha destruido la mitad del cono, de manera que ahora forma un entrante marino, en el que se encuentra una laguna de color verde (eutrofización pura y dura, aunque natural) que resulta muy fotogénica.


Más interesante es su geología: el volcán estuvo afectado por entrada de agua en su caldera lo que provocó una violenta erupción hidromagmática.

Por la parte sur hay un aparcamiento desde el que se accede al interior de cráter, o sea a la playa, que permite ver materiales volcánicos diferentes entre los que destacan los piroclastos de origen hidromagmático que forman las sucesivas erupciones.


El color amarillento que presentan estas capas de piroclastos es un fenómeno hidromagmático característico. En ellos se encuentran fragmentos de basaltos y dunitas (de cristales verdosos de olivino).


Timanfaya


El Parque Nacional de Timanfaya es, a priori, el principal atractivo natural de Lanzarote. Montones de turistas lo visitan a diario. Producto de la última erupción histórica, en 1700, aunque hubo luego otro episodio menor en 1824, todo el territorio aparece cubierto por materiales volcánicos. Apenas unos líquenes comienzan a colonizar el terreno.

En el lugar donde se toman los autobuses, se muestra a los turistas las capacidades del fuerte gradiente geotérmico: En un hoyo del terreno se asan pollos para el restaurante "Vulcano"  (nombre muy "original"...). En otro hoyo se echan ramas secas que enseguida arden espontáneamente y en pequeños orificios, se provocan geíseres artificiales.


La visita a Timanfaya es muy decepcionante si vas buscando ver geología y hacer buenas fotos. Se considera casi una reserva integral, de manera que la vista se hace desde autobuses cerrados de los que no se puede bajar en ningún momento, y si no te toca ventanilla, despídete de disfrutar algo.

A pesar de todo es una referencia fundamental para conocer el vulcanismo en España.